jueves, 14 de mayo de 2009

EL COLECHO

Colecho o cama familiar

Como colecho se entiende dormir con tus hijos. Se puede hacer desde dormir en la misma cama, como tener una cuna especialmente diseñada para ir adosada a la cama familiar, o bien usar una cuna convencional sin uno de los lados y adosarla a la cama donde duermen los padres. Muchas veces, en lugar de una cuna se pone otra cama individual adosada a la cama mayor.
Las ventajas del colecho son muchas y variadas. Pero el problema es que en casi cualquier libro o artículo sobre el tema de sueño infantil, se desaconseja que los niños duerman con sus padres. ¿ Porqué ? Una de las causas es el peligro de ahogar o aplastarles mientras se está dormido. El peligro no es ninguna nimiedad, pero de la misma manera que difícilmente caemos de la cama, es poco probable que acabemos encima de nuestro hijo. Hasta los más acérrimos defensores del colecho desaconsejan practicarlo cuando se está muy cansado, se ha tomado drogas (fumar incluido) o bebido alcohol, o se está muy obeso. Simplemente, son factores de riesgo que aumentan la posibilidad de tal peligro, pero fuera de esos casos, no hay mayor alarma que la de poder caer de la cama mientras dormimos. De hecho, es mucho más peligroso dormirse en un sofá con el bebé en el regazo que compartir cama con él. Se tiene que tener cuidado de que el bebé no pueda quedar atrapado entre la pared y el colchón o entre dos colchones. Dos detalles más : cuando el bebé es muy pequeño, la madre tiene una especial conexión con él, pero el padre suele tardar algunos meses en darse cuenta de su pequeña presencia, así que se recomienda que el bebé no se sitúe entre la madre y el padre sino entre la madre y el final de la cama. Además, están contraindicadas camas de agua o superficies muy mullidas, así como almohadas que pudieran sofocar al bebé.
Aún y así, ¿ porqué esta popular creencia de que dormir con los bebés es malo ? Desde más allá incluso de la Edad Media, en muchos casos nacían más hijos de los que se podía alimentar. Entonces, ocurría que "por accidente", empezaron a morir muchos lactantes "fortuitamente" aplastados por sus progenitores. La Iglesia tomó cartas en el asunto y prohibieron que los hijos durmieran con sus padres para evitar más infanticidios por este método.
La raza humana, durante toda nuestra historia desde que éramos unos primates que vivíamos en cuevas, ha practicado el colecho. Es solamente en los últimos 150 años, con la llegada de casas con varias habitaciones, que se separa a los bebés para que duerman lejos de sus padres. Durante cientos de años, las madres amamantaban a sus bebés durante la noche, casi sin despertarse. Los bebés recibían protección, afirmación emocional, "lecciones de como respirar", calor y leche materna. Si el bebé tiene alguna dificultad, si vomita, o tiene frío, los padres están a su lado para socorrerle. De hecho, si la temperatura corporal del bebé sube demasiado, la de la madre baja para compensarlo. La proximidad con su madre estimula la lactancia materna. Los niños que duermen con sus padres amamantan más a menudo que los que duermen en otra habitación (casi el doble y durante casi 3 veces más tiempo). Esto hace que tengan un ritmo de sueño distinto. Su fase profunda de sueño es mucho menor, con lo que el riesgo de la muerte súbita (que se supone ocurre en esta fase) es más bajo. Además, el desarrollo neuronal ocurre en su máximo esplendor en la fase de sueño menos profunda, con lo que al practicar colecho, no sólo se le da más leche materna, que es ideal para su protección fisiológica, sino que se está potenciando su desarrollo mental.
En países como en Japón, donde el colecho es la norma, el índice de muerte súbita del lactante es uno de los más bajos del mundo.
Los niños que duermen al lado de su madre lloran mucho menos frecuentemente y están menos tiempo despiertos. La madre, muchas veces, se da cuenta de las necesidades de su bebé pocos segundos antes de que él las solicite, con lo que se evitan muchos lloros. La comodidad de no tener que levantarse de la cama, sobre todo en época de frío, hace que la madre y el bebé normalmente vuelvan a dormirse casi enseguida. De hecho, muchas veces la madre no sabe exactamente cuantas veces se ha despertado, porque en realidad ¡ no se ha llegado a despertar del todo !

miércoles, 13 de mayo de 2009

LACTACIA PROLONGADA

Los beneficios de la lactancia extendidaAun cuando la mayoría de las personas conocen sobre los beneficios de la lactancia materna y reconocen que la lactancia es la mejor forma de alimentar a nuestros bebes, todavía la mayoría de las personas no se sienten cómodas cuando ven que la relación de lactancia pasa del primer año de vida del infante. El mayor mito que se utiliza por muchos, incluyendo profesionales de la salud y libros y revistas dirigidos a los padres es que la leche materna deja de ser beneficiosa para llenar las necesidades del infante. Sin embargo, extensos estudios demuestran que al contrario, la lactancia extendida provee suficientes beneficios para que se reconsidere el destete antes de los 2 años de vida de un infante.La lactancia extendida brinda beneficios nutricionales—Mientras que no existen estudios suficientes hechos en infantes que han lactado pasado los dos años (hay que ser realistas, a los 6 meses de vida el promedio de infantes lactados que existen son alrededor de un 21%), la información existente indica que la lactancia extendida continua siendo una buena fuente de nutrición y de protección de enfermedades por todo el tiempo que el infante continúe lactando.Según un estudio (Dewey 2001), durante el segundo año (12-23 meses) de vida unas 15 onzas (448 mL) de leche materna proveen:29% de los requerimientos de calorías/energía43% de los requerimientos de proteínas36% de los requerimientos de calcio75% de los requerimientos de vitamina A76% de los requerimientos de folato (forma natural de acido fólico)96% de los requerimientos de vitamina B1260% de los requerimientos de vitamina CLa lactancia extendida reduce las enfermedades—La Academia de Médicos de Familia (AAFP 2001) indica que los niños que son destetados antes de los dos años tienen mas riesgo de enfermedad. Estudios demuestran que los niños que son lactados entre los 16 y 30 meses de vida tienen menos enfermedades o las enfermedades duran mucho menos que los infantes que no son lactados. Esto es debido a que los anticuerpos son abundantes en la leche materna durante todo el periodo de lactancia…aun si esta durara años. Es mas, estudios han encontrado que algunos factores inmunológicos aumentan y se concentran aun mucho más durante el segundo año de vida como también durante el proceso de destete.Debido a estos factores la Organización Mundial de la Salud cita que tan solo un aumento leve en los porcentajes de lactancia podrían prevenir un 10% de todas las muertes mundiales en infantes menores de 5 años. La Organización Mundial de la Salud hace énfasis en que la lactancia materna juega un rol esencial que se sobreestima en el tratamiento y la prevención de enfermedades infantiles.La lactancia extendida ayuda a reducir los porcentajes de alergias—Extensos estudios demuestran que una de las mejores maneras de prevenir las alergias y el asma es lactar exclusivamente por al menos los primeros 6 meses de vida del infante, y continuar lactando extendidamente luego de que se alcance esta edad. La lactancia extendida ayuda a prevenir las alergias debido:
Se reduce la expocision a alergenicos.
El sistema gastrointestinal del infante logra madurarse, creando la leche materna una barrera protectiva en sus intestinos.
La leche materna contiene propiedades anti-inflamatorias que reducen el riesgo de infección, los cuales en muchos casos actúan para provocar alergias.La lactancia extendida promueve la inteligencia—estudios demuestran que hay una relación entre los logros cognoscitivos de aquellos niños de edad escolar que han lactado por muchos años.La lactancia extendida promueve la independencia en el infante—la independencia no se debe medir en cuanto a cuando el bebe se desteta del pecho materno, duerme solo o deja los pañales. Un niño independiente es aquel a quien se le han satisfecho sus necesidades de dependencia, y luego se separa gradualmente en sus propios términos para ser un infante que se siente confiado en este mundo. Se ha encontrado que los infantes más independientes son aquellos que no han sido ajorados en ninguna de sus etapas.

martes, 31 de marzo de 2009

Derecho de las madres trabajadoras

Es importante que las madres trabajadoras conozcan sus derechos, porque ello es un tema primordial para poder defender la lactancia y evitar muchísimos fracasos en la misma. Es evidente que la reincorporación prematura a la vida laboral activa es uno de los grandes problemas, en la práctica, para el mantenimiento de la lactancia siguiendo las recomendaciones de la OMS y la UNICEF.
En esta página trataremos los permisos por maternidad, para atender a hijos prematuros, el derecho a la reducción de jornada, la excedencia voluntaria por cuidado de hijo, maternidad y desempleo, la prestación por riesgo para la lactancia, las opciones que tenemos para compatibilizar amamantar y trabajar …
Derechos todos ellos recogidos en el Estatuto de los Trabajadores, la Ley 39/1999, de 5 de noviembre, para promover la conciliación de la vida familiar y laboral de las personas trabajadoras (BOE de 6 de noviembre de 1999) y en la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.
Permiso de maternidad
La baja maternal en España es de 16 semanas, 18 semanas por parto gemelar o 20 en caso de trillizos. En caso de hijos discapacitados se tiene derecho a dos semanas adicionales. Si has estado de baja durante el embarazo por motivos médicos, sigues teniendo 16 semanas después del parto. La ley permite que hasta 10 semanas de permiso las emplee el padre en vez de la madre, si bien es obligatorio que la madre disfrute como mínimo de las 6 semanas siguientes al parto. También se puede disfrutar de este derecho a tiempo parcial, incorporándose al trabajo durante las horas que el trabajador decida Se permite también acumular el mes de vacaciones a la baja por maternidad, incluso aunque éstas correspondan al año natural anterior. En caso de fallecimiento de la madre o del hijo el período de suspensión no se verá reducido.
En los casos de partos prematuros y en aquellos otros en los que el neonato precise hospitalización a continuación del parto por un período superior a siete días, el período de baja se ampliará en tantos días como el nacido se encuentre hospitalizado, con un máximo de trece semanas adicionales.
Debemos recordar también que, durante el embarazo, la trabajadora, previo aviso y justificación, podrá ausentarse del trabajo, con derecho a remuneración, por el tiempo indispensable para la realización de exámenes prenatales y técnicas de preparación al parto que deban realizarse dentro de la jornada de trabajo.
Subsidio no contributivo por maternidad
Si la madre no ha cotizado lo suficiente para tener derecho a la prestación por maternidad, es decir, un mínimo de 180 días durante los siete años inmediatamente anteriores al parto, existe un subsidio no contributivo por maternidad de 42 días naturales igual al 100% del IPREM.
Reducción de jornada
Por cuidado directo de un hijo/a menor de ocho años se tiene derecho a una reducción de la jornada de trabajo, entre un tercio y un octavo de la jornada laboral, con la consiguiente reducción proporcional del salario. La madre tiene derecho a decidir cómo organiza la jornada: trabajar 2 ó 3 horas menos diarias o faltar un día de la semana.
Puedes descargarte un modelo de solicitud de reducción de jornada.
Excedencia sin sueldo
Se tiene derecho a un período de excedencia de duración no superior a tres años para atender al cuidado de cada hijo/a. Durante el primer año se tiene derecho a la reserva del puesto de trabajo y éstos se considerarán como cotizados a la Seguridad Social a efectos de prestaciones. No es necesario fijar con antelación la duración del permiso. Simplemente, se debe avisar con 2 semanas de antelación cuando se desee volver a trabajar.
Puedes descargarte un modelo de solicitud de excedencia.
Maternidad y desempleo
Si la madre es despedida o está percibiendo la prestación por desempleo, no se descontará del tiempo de desempleo al que tenga derecho el período de cuatro meses de la baja por maternidad, como ocurría anteriormente.
La hora de lactancia
Durante los primeros nueve meses, las madres pueden disfrutar de una hora de pausa para la lactancia sin reducción de salario. En el caso de bebés prematuros, los nueve meses se cuentan a partir de la semana 40ª de gestación -uterina + extrauterina-.
La concreción del horario de la pausa para la lactancia corresponde a la trabajadora, con lo cual la empresa no puede imponer en ningún caso el mismo. Por tanto, existen dos opciones:
Ausentarse una hora durante la jornada laboral, que puede fragmentarse en dos períodos de media hora, o bien
Reducir la jornada laboral en media hora, entrando media hora más tarde o saliendo media hora más temprano.
Este permiso puede ser disfrutado indistintamente por la madre o por el padre, en caso de que ambos trabajen, sin pérdida de salario: es decir, debe retribuirse en la cuantía que corresponda al valor hora de la jornada que se está realizando. Ahora bien, según la normativa vigente, es la madre la que podrá ceder al padre una parte o la totalidad del permiso remunerado por lactancia, y quien, por su voluntad, puede sustituir la hora de ausencia al trabajo por la reducción de la jornada en media hora.
Tampoco se distingue entre lactancia natural o artificial, adopción o guarda legal o de hecho. Es importante también tener en cuenta:
Si se realiza reducción de jornada, se tiene derecho a la hora de lactancia íntegra, al igual que si se trabaja a jornada completa, no en proporción a la jornada trabajada.
Si se trabaja a turnos, como en guardias de 24 horas, se tiene derecho a una hora por cada período de ocho horas, es decir, a tres horas por guardia.
Ahora bien, si la madre trabaja a turnos o realiza trabajo nocturno, puede solicitar un cambio de puesto de trabajo compatible con la lactancia, y en caso de que dicho cambio de puesto no resultara técnica u objetivamente posible, o no pueda razonablemente exigirse por motivos justificados, podrá declararse el paso de la trabajadora afectada a la situación de suspensión del contrato por riesgo durante la lactancia, con derecho a un subsidio del 100% de la base reguladora, en las mismas condiciones que para la prestación económica por riesgo durante el embarazo.
En muchos casos la hora de lactancia se utiliza para amamantar al bebé directamente. Sin embargo, si a causa de las distancias entre el lugar de trabajo y el bebé esto no es factible, este tiempo puede utilizarse para extraerse la leche. Así se obtiene leche para las tomas del bebé del día siguiente y la madre mantiene su producción de leche.
De acuerdo con la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, las horas de lactancia pueden compactarse en jornadas completas después de la baja maternal, mediante acuerdo con el empresario y, de esta forma, reincorporarse más tarde al trabajo. Algunos Convenios Colectivos, en determinados sectores, prevén también la acumulación.
Es decir, si se tiene derecho a una hora al día desde la fecha prevista de reincorporación -por ejemplo, si acumulamos el mes de vacaciones a los cuatro meses de permiso por maternidad, sería desde los cinco meses del bebé- debemos ir sumando las horas cada día laborable hasta la fecha en que el bebé cumpla nueve meses, que es cuando finaliza, en la actualidad, este derecho.
En la práctica, y según los días de trabajo, suelen ser de dos a cuatro semanas más, con lo que ello supone dejar al bebé alrededor de los seis meses, fecha, por otra parte, hasta la que es recomendable el mantenimiento de la lactancia materna exclusiva.
Ejemplo práctico. Una buena forma de conseguir la acumulación -cuando no esté regulada por Convenio Colectivo-, es con el argumento de ser más favorable para las necesidades organizativas de la empresa.
En determinados sectores, como trabajos de cara al público, oficinas, comercios, etc. puede suponer un problema para la empresa el hecho de que la trabajadora se ausente una hora completa a media mañana, por ejemplo, justo cuando hay más trabajo.
Por último, debemos recordar que en caso de gemelos se tiene derecho a una hora por hijo/a, es decir, a dos horas. En cuanto a la acumulación, en los supuestos de partos múltiples se deben acumular las horas multiplicando por dos, o por tres en caso de trillizos, siguiendo el cómputo que especificado en el párrafo anterior.
Puedes descargarte un modelo de solicitud de acumulación de las horas de lactancia.
Subsidio por riesgo para la lactancia
En los supuestos en los que continuar en el puesto de trabajo sea incompatible o no sea recomendable para la lactancia, como por ejemplo en los casos de trabajos de manipulación de sustancias tóxicas, peligrosas, ruido excesivo ... el empresario deberá solicitar una evaluación de riesgos, y si los resultados de dicha evaluación revelasen una posible repercusión sobre la lactancia de las trabajadoras, se adoptarán las medidas necesarias para evitar la exposición a dicho riesgo, a través de una adaptación de las condiciones o del tiempo de trabajo de la trabajadora afectada.
Dichas medidas incluirán, cuando resulte necesario, la no realización de trabajo nocturno o de trabajo a turnos. En tales supuestos, podrá declararse el paso de la trabajadora afectada a la situación de suspensión del contrato por riesgo durante la lactancia, con derecho a un subsidio del 100% de la base reguladora, en las mismas condiciones que para la prestación económica por riesgo durante el embarazo.
Esta situación de riesgo para la lactancia la debe dictaminar un médico especialista en vigilancia de la salud - el de la Mutua de la empresa -, o bien la trabajadora puede ir al CAP y con un informe presentarlo a la Mutua de su empresa.
Por tanto, se tiene derecho a pedir, como mínimo, el cambio de puesto para no trabajar de noche. La empresa está obligada a aceptarlo, porque es de Ley, aunque le suponga un problema: se considera prioritario el derecho del bebé a ser amamantado sin problemas.
Otra cosa es que la empresa alegue que no dispone de ningún otro puesto durante el día, o de ningún otro puesto compatible con la lactancia (por ejemplo, en oficinas): entonces la trabajadora podría solicitar el subsidio por riesgo para la lactancia, cobrando el 100% de su base reguladora hasta que el bebé cumpla nueve meses.
Según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, las empresas además están obligadas a realizar una relación de los puestos de trabajo que no son recomendables cuando se está embarazada o lactando.
Por tanto, todo depende en todo caso de las características del puesto de trabajo, de si el médico puede certificar que éste es incompatible con la lactancia, y en todo caso de si la empresa no puede recolocar a la mamá en otro puesto.
Otras opciones
Por último, pasamos a comentar otras opciones que puedes tener:
Horario flexible o partido: Si la madre no se ausenta más de 4 ó 5 horas, quizás el niño/a/a sólo pedirá comer una vez; algunos bebés rechazan tomar nada (incluso la leche materna) durante la ausencia de la madre y luego pasan la tarde y/o la noche mamando con frecuencia.
Llevar al niño/a al trabajo: En algunos empleos es posible que el bebé permanezca junto a su madre para que ésta pueda amamantarlo siempre que lo necesite o bien que alguien se lo lleve con la frecuencia necesaria. La opción de buscar una canguro cerca del trabajo permitiría hacerlo más práctico.
Sea cual sea la decisión que tomes, seguro que será la mejor. De cualquier forma, siempre podrás cambiar de opción y amoldarte a las circunstancias conforme vayan cambiando. Recuerda que nadie puede decidir por ti porque nadie conoce mejor tu situación. Asiste a un grupo de apoyo a la lactancia y pregunta a otras madres cómo les fue y qué cambiarían ahora. Esto puede ayudarte.

Extración y almacenamiento de la leche materna

La leche materna puede extraerse para su uso posterior y ser utilizada cuando las circunstancias impidan que la madre esté con su bebé. Extraerse la leche, ya sea manualmente o con la ayuda de un sacaleches, requiere práctica y su efectividad tiende a aumentar con el tiempo La clave para lograr extraerse la leche es conseguir duplicar el reflejo de eyección, es decir la salida de la leche. Esto se consigue visualizando al bebé y propiciando un entorno íntimo y relajado. Escoja un sitio donde el riesgo de interrupciones sea mínimo.
Métodos de extracción: La elección del método de extracción dependerá de las circunstancias de la separación y de la edad del bebé. Y a pesar de que entre las propiedades de la leche humana está la de retrasar el crecimiento de bacterias, es importante observar unas mínimas normas de higiene como el lavado de manos y de los utensilios que se usen para la extracción, la recolección y el almacenamiento de la leche. La extracción puede hacerse de forma manual, o con la ayuda de un sacaleches. En las reuniones de la Liga de la Leche podemos explicarte diversas técnicas de extracción manual, que son utilizadas en gran parte del mundo y que vienen muy bien para las separaciones ocasionales. Si la separación es prolongada como en el caso de las madres que trabajan fuera de casa, los bebés prematuros, o aquellos que tienen que ser hospitalizados por cualquier otra causa, los sacaleches manuales o eléctricos son una buena alternativa. Los mejores sacaleches manuales son aquellos que imitan el efecto de una jeringa, o bien los que pueden utilizarse con una sola mano. Entre los sacaleches eléctricos y a pilas, los hay de extracción sencilla (un pecho cada vez) y doble (los dos pechos a la vez) obviamente, este último recorta el tiempo de extracción a la mitad.
Pautas para el almacenamiento de la leche humana: Estas son las recomendaciones actualizadas que La Liga Internacional de La Leche les da a sus monitoras. La siguiente información esta basada en los últimos estudios y se aplica a madres que:
Tienen niños sanos, nacidos a término (no prematuros)
Están almacenando su leche para uso en casa (no para uso en hospital)
Se lavan las manos antes de extraerse la leche
Usan recipientes que han sido lavados con agua caliente jabonosa y enjuagados Toda leche debe ser fechada antes de almacenarla.
Pautas para almacenamiento: CALOSTRO
A temperatura ambiente 27 - 32 grados, de 12 a 24 horas. LECHE MADURA
A 15 ºC: 24 horas
A 19 - 22 ºC: 10 horas
A 25 ºC: de 4 a 8 horas
Refrigerada entre 0 y 4 ºC: de 5 a 8 días LECHE CONGELADA
En un congelador dentro de la misma nevera: 2 semanas
En un congelador que es parte de la nevera pero con puerta separada (tipo combi): 3 -4 meses. (La temperatura varía según lo frecuentemente que se abra la puerta)
En un congelador separado, tipo comercial con temperatura constante de -19 grados C : 6 meses o más.
¿Qué tipo de envase se debe utilizar?Si se va a congelar la leche:
Envases de plástico duro o vidrio aptos para alimentos
Bolsas especialmente diseñadas para el almacenamiento de leche materna Enfría la leche en el refrigerador si la vas a agregar a un envase que ya tiene leche congelada.
¿Cómo calentar la leche?
Descongela y calienta la leche bajo agua tibia corriente o sumergiéndola en un recipiente con agua tibia.
Nunca dejes que la leche hierva.
Agita la leche antes de probar la temperatura.
Nunca uses el horno microondas para calentar leche materna.
Leche que se ha descongeladoSi la leche ha sido congelada y descongelada, se puede refrigerar hasta 24 horas para usarse después. No debe volver a congelarse.
¿Cuánta leche extraerse? No es necesario sacarse de una vez toda la leche que uno pretende dejar para el bebé. Tampoco es necesario mantener separadas las distintas cantidades que se vayan extrayendo a lo largo del día. Siempre que las cantidades previamente extraídas se hayan mantenido a una temperatura entre 0 y 15 grados, la madre puede utilizar el mismo recipiente para guardar la leche recién extraída, por un período máximo de 24 horas, para luego seguir las recomendaciones de-almacenamiento de acuerdo con la fecha y hora de la primera extracción. Si la leche previamente extraída se ha mantenido entre 19 y 22 grados, el tiempo total de almacenamiento no debe exceder las 10 horas desde la primera extracción. Y si la leche previamente extraída se ha mantenido a 25 grados, el tiempo total de almacenamiento no deberá exceder las 6 horas desde la primer extracción. La leche fresca puede juntarse con la leche congelada, siempre y cuando la primera haya sido enfriada por lo menos una media hora en la nevera, y sea menos cantidad que la leche congelada, de modo que, al mezclarse, la leche fresca no derrita la capa superior de la leche congelada.
Utilización de la leche previamente congelada Es conveniente almacenar la leche materna en pequeñas cantidades que faciliten su descongelación . El mejor método para descongelarla es colocar el recipiente bajo el chorro de agua fría e ir dejando que el agua salga progresivamente mas caliente hasta lograr descongelar la leche y que ésta alcance la temperatura ambiente. También puede descongelarse la leche colocando el recipiente dentro de un cazo con agua tibia y después más caliente, pero no es necesario que el mismo se encuentre directamente sobre el fuego. Esta segunda opción resulta más ecológica dado su ahorro de agua. No es necesario calentar la leche materna, basta con llevarla a temperatura ambiente, que es como sale de nuestro cuerpo. Como es difícil saber qué cantidad va a tomar el bebé y a fin de no desperdiciar la leche materna, es conveniente mantener ésta en un recipiente distinto del que se lleva a la boca el bebé. Se empieza por ofrecer al bebé pequeñas cantidades en el recipiente de elección (vaso, cuchara, jeringa, biberón) y si quiere mas, se va rellenando del recipiente que se ha descongelado, de modo que la leche del recipiente "madre" no entre en contacto con la saliva del bebé. Así se podrán guardar las cantidades que el bebé no haya tomado para la próxima oportunidad, ya que, siempre que no haya estado en contacto con la saliva del bebé, la leche descongelada puede mantenerse refrigerada durante 24 horas.

Colocación al pecho

UNA BUENA COLOCACIÓN FACILITA: Pezones sanosSucciónn eficazBebé satisfecho
Sostén al bebé "tripa con tripa", de manera que no tenga que girar la cabeza para alcanzar el pezón.
Sostén el pecho con el pulgar arriba y los dedos por debajo, muy por detrás de la areola. Espera hasta que el bebé abra la boca de par en par. Acerca el bebé al pecho.
Asegúrate de que el bebé toma el pezón y gran parte de la areola en la boca. Este bebé mama con la boca abierta y su nariz y mentón están pegados al pecho. Su labio inferior está vuelto hacia abajo.
COLOCACIÓN INCORRECTA Evita esta postura. Este bebé chupa sólo el pezón y mama con la boca poco abierta. Su nariz no roza el pecho.

CUIDADO DE LOS PECHOS DOLORIDOS

El pecho y los pezones no requieren un cuidado especial. Si notas molestias o grietas en los pezones es señal de que hay que mejorar la colocación del bebé al pecho. Además ten en cuenta:
Al ducharte lava el pecho solo con agua, evita jabones, alcohol y otros productos que puedan resecar la piel. No es necesario lavar los pezones antes de las tomas.
En caso de grietas, no apliques cremas que se tengan que quitar antes de dar el pecho al bebé. Lo mejor es aplicar unas gotas de tu propia leche sobre el pezón y la areola después de las tomas y dejar que los pezones se sequen al aire.
El uso de pezoneras de silicona no es recomendable, pues confunden la succión del bebé y actúan como barrera, de forma que el pecho de la madre no recibe suficiente estímulo.

LAS DIEZ CLAVES DE LA LACTANCIA MATERNA

Las Diez Claves de la Lactancia Materna
Amamanta pronto, cuanto antes, mejor. La mayoría de los bebés están dispuestos a mamar durante la primera hora después del parto, cuando el instinto de succión es muy intenso. Amamantar precozmente facilita la correcta colocación al pecho.
Ofrece el pecho a menudo día y noche. Hazte a la idea de que pasarás mucho tiempo amamantando a tu bebé durante estas primeras semanas. Un recién nacido normalmente mama entre 8 y 12 veces en 24 horas. No mires el reloj y dale el pecho cada vez que busque o llore, sin esperar a que "le toque". Así establecerás un buen suministro de leche.
Asegúrate de que el bebé succiona eficazmente y en la postura correcta.
Permite que el bebé mame del primer pecho todo lo que desee, hasta que lo suelte. Después ofrécele el otro. Unas veces lo querrá, otras no. Así el bebé tomará la leche que se produce al final de la toma, rica en grasa y calorías, y se sentirá satisfecho.
Cuanto más mama el bebé, más leche produce la madre. Es importante respetar el equilibrio natural y dejar que el bebé marque las pautas, mamando a demanda. No es necesario sentir el pecho lleno; la leche se produce principalmente durante la toma gracias a la succión del bebé.
Evita los biberones "de ayuda" y de suero glucosado. La leche artificial y el suero llenan al bebé y minan su interés por mamar, entonces el bebé succiona menos y la madre produce menos leche.
Evita el chupete, al menos durante las primeras semanas, hasta que la lactancia esté bien establecida. Un recién nacido ha de aprender bien cómo mamar del pecho, y tetinas artificiales como el biberón o el chupete pueden dificultar este aprendizaje.
Recuerda que un bebé también mama por razones diferentes al hambre, como por necesidad de succión o de consuelo. Ofrecerle el pecho es la forma más rápida de calmar a tu bebé.
Cuídate. Necesitas encontrar momentos de descanso y centrar tu atención más en el bebé que en otras tareas. Solicita ayuda de los tuyos.
Busca apoyo. Tu grupo local de La Liga de la Leche tiene la información y el apoyo que toda madre lactante necesita.